28 jóvenes provenientes del
sistema de protección a la infancia y adolescencia recibieron en 2018 una
atención específica e individualizada para la mejora de su inserción social y
laboral en la Fundación Federico Ozanam, gracias a la financiación del Fondo
Social Europeo y en concreto a la iniciativa
YEI (Youth Employement Initiative).
La inserción en el mercado
laboral suele considerarse el punto de partida hacia una vida digna, autónoma e
independiente.
Durante los últimos años, la
crisis económica y financiera que atraviesa nuestro país ha tenido un especial
impacto en las dificultades experimentadas por la juventud a la hora de acceder
al empleo, hasta el punto que esta población es considerada uno de los nuevos
colectivos en riesgo de exclusión.
Sin embargo, existen colectivos
en los que estas dificultades se experimentan con mayor intensidad. Nos
referimos a los jóvenes que forman parte del sistema de protección a la
infancia y adolescencia, jóvenes cuya vulnerabilidad es doble, por ser jóvenes
y por carecer de apoyos familiares estables.
El sistema de protección a la
infancia, si bien procura la asistencia, protección y cuidados necesarios a
estos jóvenes durante su minoría de edad, es un sistema con fecha de caducidad. Al
cumplir 18 años, con independencia del grado de autonomía que posean, la tutela
administrativa pierde su efecto y los recién mayores de edad se ven obligados
a transitar a la vida adulta de forma acelerada, casi de un día para otro.
Los poderes públicos, tanto a
nivel autonómico como nacional y también europeo, han tenido que desarrollar
iniciativas para minimizar los efectos negativos de esta situación, tanto en lo
que se refiere al acceso al empleo como en la creación de otro tipo de medidas
y ayudas para esta población.
Las necesidades de atención
derivadas de esta situación son abordadas en Aragón a través del Servicio de Transición a la Vida Independiente para jóvenes procedentes de una
situación de desprotección, gestionado por el Instituto Aragonés de Servicios
Sociales. Son los llamados programas de
emancipación.
La finalidad de este servicio es la
de proveer de una serie de apoyos a aquellas personas que habiendo cumplido la
mayoría de edad en el sistema de protección de menores, necesitan de una
ampliación del periodo de protección porque carecen de los medios necesarios
para poder enfrentar una vida independiente: capacidad económica, vivienda, formación
suficiente para acceder al mercado laboral, habilidades básicas para el cuidado
personal y del hogar, etc.
El programa cuenta con una serie
de plazas, gestionadas mediante acciones concertadas con diferentes entidades
especializadas en la atención a este colectivo y que proveen a los jóvenes con
el apoyo residencial, económico, y también con un acompañamiento diario tanto
educativo como en su proceso formativo y de inserción laboral.
Pero desde el año 2017, y gracias
al Fondo Social Europeo, las plazas para menores en programas de emancipación han
aumentado de forma notable, a través la iniciativa anteriormente mencionada y
conocida como “Proyecto YEI” (Youth Employement Initiative), a la que el Instituto
Aragonés de Servicios Sociales se adhirió y mediante la que se ha posibilitado
que un número mayor de jóvenes procedentes del sistema de protección puedan
transitar a su vida adulta acompañados. El programa YEI, que continuará desarrollándose
durante el año 2019, materializa su prestación a través del Programa Operativo
del FSE para el periodo 2014-2020.
Los jóvenes que participan en
esta iniciativa, cuentan con uno o varios apoyos en función de su situación de
partida, pudiendo disfrutar (cuando acceden a la totalidad de dichos apoyos) de
una vivienda compartida con otros jóvenes en situaciones similares, de apoyo
económico, educativo y de inserción socio laboral.
El apoyo estrella de esta
iniciativa es precisamente la inserción social y laboral. Un equipo de técnicos
especializados en la orientación educativa y laboral mantiene sesiones
quincenales con los jóvenes, diseñando un itinerario individualizado cuyo
objetivo es lograr la plena inserción del joven en la sociedad y la consecución
de un empleo digno y estable, sobre el que poder comenzar a sentar las bases de
una vida adulta.
Tutorías individualizadas,
talleres grupales, atención continuada a las necesidades y cambios que se
presentan, a los gustos y preferencias de cada persona y coordinación con los
centros formativos en los que estudian, son las tareas principales que este
equipo desarrolla para que los jóvenes cuenten con todos los apoyos,
información y motivación necesarios.