El Centro de Recursos para Menores fue inaugurado el 9 de Febrero de 2006. Enmarcado dentro de un proyecto mucho más amplio, el Programa de Autonomía y Emancipación Personal (PAEP) dependiente del Gobierno de Aragón, nace con vocación de complementar las actuaciones que con menores y jóvenes vinculados al Sistema de Protección de Menores de Aragón se están llevando a cabo en los distintos centros y pisos.



lunes, 24 de marzo de 2014

Plantando semillas por la igualdad


Durante este mes de marzo se ha llevado a cabo un taller de prevención de la violencia de género para los chicos y chicas residentes en el centro Villacampa.
El taller ha sido impartido por el Colectivo Brote. El objetivo de la actividad era que los jóvenes aprendieran a reconocer y diferenciar relaciones sanas y relaciones insanas que pueden llevar a la violencia de género, así como adquirir herramientas para detectar comportamientos de control y violentos en las relaciones y herramientas para construir relaciones sanas.

Así nos han contado la experiencia los educadores, tras recoger la opinión de los jóvenes del centro:
“Miembros del Colectivo Brote han pasado tres tardes con nosotros en la Residencia. Quince días han sido suficientes para espaciar una sesión de la siguiente, favoreciendo la comprensión, asimilación y “creación de dudas”. Los temas tratados han girado en torno a la inteligencia emocional, relaciones de pareja, estereotipos de género, sexualidad-afectividad, etc. trabajándolos desde las diferentes perspectivas que ofrecen los debates, pruebas de empatía y role-playing.
El desarrollo ha tenido una evolución muy positiva, con una participación plena, en la que todos nos hemos empapado de las experiencias, sentimientos y formas de pensar de los demás.
En general ha habido un buen ambiente, donde el choque de opiniones ha propiciado acalorados debates y risas, con una evaluación en la que queda constancia del aprendizaje adquirido y del buen sabor de boca que nos ha quedado. Agradecidos a las personas del colectivo que nos han dedicado su tiempo y trabajo.”

martes, 18 de marzo de 2014

Conociendo el acuario fluvial de Zaragoza


Todo empieza una tarde cualquiera, viendo en la 2 uno de esos documentales de animales, que normalmente acompañan a la siesta.
Esta vez no fue así; nos quedamos embelesados viendo las ballenas en el Ártico, impresionados observando a estos gigantes marinos, y pensando en lo maravilloso que sería verlas en su hábitat. Una cosa lleva a la otra, y hay que exprimir las posibilidades que nos ofrece nuestra ciudad. En Zaragoza no tenemos mar, ni mucho menos ballenas. Pero contamos con la suerte de poseer el mayor acuario fluvial de Europa, y uno de las mayores del mundo. Así que, lo vimos claro. Ante lo complicado de ir a ver las ballenas en el Ártico, nos decidimos a hacer la visita al Acuario Fluvial de Zaragoza, que nos cae más cerca.
Y en pocas semanas, y gracias a las facilidades que la Dirección del Acuario de Zaragoza ha brindado al Programa de Pisos de la Fundación Federico Ozanam, nos plantamos allí, a disfrutar de la visita, y conocer más peculiaridades de los animales que aquí están expuestos.
En sus 60 peceras se alojan más de 1200 animales de más de 120 especies distintas de fauna fluvial característica de cada uno de los cinco ríos representados: Nilo, Mekong, Amazonas, Murray-Darling y el Ebro.
Los cocodrilos del Nilo fueron las estrellas de la visita. Impresiona verlos tan quietecitos, sabiendo que pueden medir hasta 6 metros y alcanzar un peso de más de 700kgs. Las pirañas parecen seres inofensivos al otro lado del cristal de la pecera, y sin embargo luego…cómo se las gastan en las películas!!! Y uno no deja de sobrecogerse cuando se encuentra frente a la anaconda, la gran serpiente del Amazonas.
La visita dura alrededor de una hora, y aparte de los animales mencionados, sorprenden los nombres y formas de otro tipo de peces, tales como el pez-lápiz, el conocido pez payaso, la tortuga mata-mata, el pez cuchillo, el pez cirujano,…Finaliza el circuito con el río Ebro, que tenemos tan cerca y tan poco conocemos.
La sensación al terminar la visita es que ha merecido la pena, y que es un lujo tener un espacio como éste tan cerquita de casa.